Las masías rurales catalanas son en muchos casos, fincas familiares centenarias de los siglos XV a XVIII.
Estas grandes propiedades tenían sentido en la época cuando toda la familia vivía y trabajaba en la finca, disponiendo de una comunidad familiar autónoma, que probablemente comerciaba con los vecinos y el poblado.
Sin embargo, en la actualidad, el estilo de vida de estas familias ha cambiado y muchos herederos tan solo visitan la finca los fines de semana. Normalmente se puede contar con la ayuda de un “masover” una persona que vive y mantiene la finca, pero en muchos casos los gastos de mantenimiento son muy elevados y hay que buscar una via para rentabilizar la propiedad.
Una de las principales y más viables opciones es la de abrir la finca al público, ya sea mediante la oferta de alojamiento o el servicio de restaurante. En este sentido se presentan dos opciones:
Opción 1- Convertir una masía en un hotel
La primera opción, la de convertir la propiedad en un hotel, puede ser mucho más rentable ya que al servicio de alojamiento podemos añadir servicios extra como restaurante, salas de convenciones y celebraciones de banquetes.
Sin embargo esta opción requiere que el hotel pase a ser el nuevo modo de vida de la familia o el encontrar a alguien dispuesto a gestionar el complejo.
Opción 2- Convertir una masía en una casa rural
Por otro lado está la opción de convertir la propiedad en una casa rural de alquiler. Esta opción funciona de forma estacional siendo en verano la época de máxima afluencia, sobretodo de grupos de familias que alquilan la propiedad al completo para pasar unos días de vacaciones.
Esta opción tan solo requiere que el propietario visite al inquilino el primer y último día de su estancia y que organice un servicio de limpieza.
Aunque los ingresos son menores, muchas veces esta opción es muy práctica y los ingresos nos permiten cubrir los costes de mantenimiento.
Además, las semanas en las que no hay inquilinos, la propiedad sigue siendo de uso exclusivo de la familia.
CASO DE ÉXITO: Una propiedad rural transformada en hotel de 7 habitaciones.
La pasada semana, el equipo de arquitectura de Criteria, estuvimos visitando la propiedad Mas Carlons, una encantadora Masía del s.XVIII, situada a las afueras del municipio de Montblanc, una población situada a 40 km de Tarragona, en Cataluña.
Mónica de Mas Carlons, nos recibió muy amablemente es la propiedad que dispone de un total de 45 hectáreas de terreno incluyendo viñedos, oliveras, árboles frutales y huerto.
Mas Carlons es un ejemplo de cómo convertir una propiedad rural en hotel, ofrece un servicio de alojamiento para huéspedes con un total de 7 habitaciones, además de servicio de desayuno y cena, también es posible organizar con antelación una barbacoa o una tradicional “calçotada” en el caso de visitar el lugar en grupo.
En el interior del hotel, hemos descubierto algunos detalles que denotan la antigüedad de la propiedad, las encantadoras habitaciones de estilo rústico nos harán sentir como en casa.
Mas Carlons dispone de 45 hectáreas de terreno, suficiente para la llegada de huéspedes en helicoptero.
Mas Carlons es un hotel de experiencias donde perderse un fin de semana, el complejo dispone de biblioteca y pista de futbol, pero además de los servicios en el mismo hotel, es posible organizar rutas a pie o en bici por los alrededores, un entorno natural salvaje con caminos señalizados que los propietarios de Mas Carlons nos ayudarán a localizar.
