Vinatería en el Ensanche de Barcelona

Criteria Arquitecthos transforma el espacio de este local del Ensanche de Barcelona en un verdadero templo del diseño que acoge los vinos con mimo, estilo, creatividad e innovación.

Vinateria a l'Eixample de Barcelona. Vista general botiga

Vinatería en el Ensanche de Barcelona. Vista general entrada

En el centro de Barcelona encontramos el distrito del Ensanche, uno de los distritos que abarca una concentración más elevada de turismo gracias a su arquitectura modernista que le caracteriza y a una gran cantidad de propuestas gastronómicas y de ocio que se ofrecen.

En medio de este contexto, y en un momento en el que el mundo del vino se ha convertido en una parte muy importante de la cultura catalana gracias a la aparición de innumerables variedades y denominaciones de origen en todo el territorio, surge el proyecto de reforma de un local para convertirlo en una tienda de vinos con una zona de restaurante y sala de catas.

Botiga i expositor vinateria

Tienda y expositor vinatería

La arquitectura y el vino

Desde Criteria Arquitecthos tenían muy claro que la vinatería tenía que ser un lugar que te evocara al mundo del vino sólo entrar, un espacio de deleite y satisfacción, donde acercarse a buscar y elegir un vino suponga un proceso de disfrute.

Es por eso, que la arquitectura propuesta se basa en la exaltación de los sentidos, donde la iluminación, la armonía, la clasificación de los productos y la emoción, son imprescindibles.

Propuesta

El proyecto se distribuye en tres espacios bien diferenciados:

En planta baja y justo en la entrada, la tienda con su doble espacio, donde toda ella es un gran expositor de botellas de vino. A continuación, la zona de bar y restaurante tras los cuales se disponen la cocina y el almacén. Y finalmente, la sala de catas en planta primera, para garantizar una mayor privacidad pero que a su vez queda visualmente perceptible a través de un gran panel vidriado que da a la zona de expositores de vinos de la tienda.

Materiales

La cuidadosa selección de materiales utilizados, como el color granate en pilares y techo, la calidez de la madera en el pavimento y en el mobiliario y la disposición de la iluminación, le permiten a Criteria Arquitecthos crear diferentes ambientes para disfrutar, relajarse e incluso llegar a transportarte en medio de una bodega donde el tiempo no tiene importancia.

Diseño de una tienda de vinos

El diseño de una tienda de vinos es siempre un reto para cualquier equipo de arquitectura. Hoy en día, las vinacotecas ya no sólo son un lugar especializado de venta de vinos y licores sino que incorporan multitud de servicios adicionales. Hacer un curso de cata o una cena de maridaje en grupo es uno de los eventos estrella en las vinacotecas.

Por este motivo, el diseño de una vinacoteca, ya no solo se centra en la presentación y ubicación del stock disponible de vinos, si no que la distribución del local debe tener en cuenta la ubicación de una mesa de catas y de una pequeña cocina auxiliar donde se prepara el maridaje o tapas que acompañan los eventos.

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¿Cómo se diseña una vinacoteca?

Tradicionalmente, las tiendas de vinos son lugares expositivos en los que cada pieza vertical -la botella- debe ser visible y accesible por el cliente, ya que muy probablemente el mismo querrá examinar la información de la botella antes de decidirse por la compra. La propia disposición vertical de la botella de vino siempre acaba dando lugar a espacios en altura que ocupan toda la vertical de la pared y que muchas veces precisan de escaleras auxiliares para acceder a los distintos niveles si el espacio no es lo suficientemente grande.

En cuanto a materiales, es necesario tener en cuenta el efecto psicológico que ejerce un determinado material y una iluminación sobre la decisión de entrada al local o de compra por parte del cliente. Si entramos en una charcutería, por ejemplo, esperamos encontrar aparadores de cristal reluciente y una luz potente y nítida que permita valorar la frescura de los alimentos. En una vinacoteca, esperamos que los materiales y la iluminación nos den a entender que el vino es un producto que ha sido custodiado durante años a una humedad y temperatura constante dentro de una barrica de madera antigua.

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Cómo conseguir transmitir la sensación de antiguo, de custodia, de nobleza, mediante materiales e iluminación es el reto del equipo de arquitectura en el diseño de una tienda de vinos.

Por último, el diseño gráfico adquiere una gran relevancia cuando se trata de organizar los vinos según categorías y precios, si la vinacoteca dispone de un variado stock de vinos (con pocas unidades de cada añada o bodega) los precios pueden llegar a ser un rompecabezas para el propietario y el cliente, contar con la colaboración de un equipo de diseño gráfico para marcar de forma correcta y ordenada la biblioteca vinícola y que además esto se convierta en una tarea ágil pudiendo añadir o modificar precios y vinos en cualquier momento no es algo sencillo y su buena ejecución va a ser determinante en la calidad del diseño de la vinacoteca.

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Caso de éxito: incorporando una zona de catas en una tienda de vinos tradicional

Nuestro equipo de arquitectura visitó hace unas semanas el Celler de l’Avi de Calafell, situado en el paseo Marítimo de Calafell.

El Celler de l’Avi es una tienda de vinos tradicional que ha ido adquiriendo una especial relevancia en la zona con el paso de los años.
Jordi Fontanillas es el actual propietario de este establecimiento, fundado por su padre en 1969. Jordi, es un experto somelier que ha asesorado a todo tipo de público local e internacional –Calafell es una localidad que recibe mucho turismo extranjero en verano-.

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La presentación de las botellas cumple todos los requisitos del diseño de una vinacoteca, madera, cerámica, cristaleras con un aire clásico y tipografía retro conforman un ambiente clásico dando a entender al cliente que se encuentra en un lugar con una extensa tradición.

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En los últimos años, consciente de la necesidad de renovación constante, incluso en los negocios más tradicionales, Jordi ha añadido una zona de catas compuesta de unas 4-6 mesas tanto en interior como en exterior donde es posible tomarse un tradicional vermut y unas tapas con excepcionales vistas sobre el mar.

En conjunto, un local que ha sabido reinventarse para reencontrarse con su público de toda la vida pero también con una nueva ola de jóvenes que buscan esta mezcla de tradición y modernidad que el Celler de l’Avi conjunta a la perfección.

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