El proyecto de esta zona de bungalows, creado por Criteria Arquitecthos en el término municipal de Navès (Solsonès), constaba de 60 unidades de planta baja y estudio, totalmente adaptadas para respetar la topografía existente.
El conjunto residencial de bungalows de Can Reig fue un proyecto de Criteria Arquitecthos dentro de un plan global más amplio, de una nueva zona residencial que también incluía un hotel y un restaurante, un centro de congresos, un centro de salud y un centro deportivo, entre otros equipamientos.
Mantener las vistas y adaptarse a la topografía
La zona de bungalows se situaba en un área delimitada por la carretera preexistente y un nuevo vial, proyectado para recorrer todo el conjunto de Can Reig y generar un circuito rodado que se unía a la carretera por el vigente acceso al núcleo histórico y por el extremo sur del sector planeado. La disposición de los bungalows permitía mantener las líneas visuales desde la carretera al conjunto edificado tradicional.
El proyecto contemplaba la construcción de sesenta unidades de bungalows, estructuradas en planta baja y estudio. La concepción de cada una de ellas estaba orientada a dotarlas de formas orgánicas adaptadas al terreno, creando diferentes perspectivas, con el objeto de aumentar la riqueza visual del conjunto.
Se buscó su máxima adaptación y respeto a la topografía existente, siguiendo sus trazas tanto por lo que respeta a la vialidad como a la disposición de las parcelas. En este sentido, se aplicó una deseada ruptura de elementos excesivamente lineales.
Bienestar entre bosques
El proyecto del gran complejo urbanístico de Can Reig ocupaba una superficie de 53,56 hectáreas a unos doce kilómetros al este de Solsona, en medio de un entorno natural boscoso del Prepirineo ilerdense intercalado con cultivos. La ubicación exacta del proyecto era en territorio municipal de Navès, que cuenta con menos de 300 habitantes, junto a la pequeña agrupación de masías que rodean la iglesia parroquial de Sant Andreu de Linya. Este templo de estilo neoclásico rural cuenta con un esbelto campanario de tres cuerpos y dota de personalidad al entorno.
Criteria Arquitecthos participó en él proyectando un hotel y un restaurante, además del conjunto de bungalows. Todo ello se encontraba a pie de la carretera que comunica con el pantano de Sant Ponç. Este embalse, construido entre 1949 y 1954 en el curso del río Cardener, es un reclamo turístico para los amantes de deportes acuáticos como el kayak o bien los aficionados a los paseos a pie o en BTT, gracias a su atractivo paisajístico.