En la publicación anterior hablamos de los tres primeros conceptos arquitectónicos que afectan a la experiencia directa de nuestro entorno, según un texto que publicó Steen Eiler Rasmussen en el año 1957. A continuación, desarrollamos los tres seguientes:
4. Escala y proporción
El Modulor de Le Corbusier.
Como el lector debe saber hay una proporción muy conocida que es la sección áurea o número de oro. Pitágoras la conocía y más tarde en el renacimiento se volvió a aplicar. En el siglo XX, Le Corbusier la estudió para buscar en ella su regla de proporción que denominó el Modulor.
Cuando se estudiaban las proporciones de las principales obras de la humanidad se podía comprobar que se basaban en la sección áurea; lo mismo sucede con muchos seres orgánicos que existen en la naturaleza. La villa Foscari de Palladio es un buen ejemplo de edificio en consonancia con la sección áurea; no hay que olvidar que Palladio había viajado a Roma para estudiar las ruinas de la antigüedad y se interesó por su composición y proporciones en especial de las columnas clásicas que estaban consideradas expresión perfecta de la belleza y armonía.
Posteriormente, Le Corbusier reformuló la teoría de la sección áurea mediante el Modulor y lo aplicó al diseño y a la arquitectura; buen ejemplo de ello es su Villa Stein en Garches de 1930 y la unidad de habitación de Marsella que lleva gravado el Modulor en el hormigón de la fachada.
Colin Rowe, esquemas comparativos de las proporciones de la Villa Stein de Le Corbusier y la Villa Foscari de Palladio.
El arquitecto Kaare Klint (1888-1954) estaba muy interesado en el estudio de proporciones de toda clase de objetos y en especial las de uso cotidiano con la finalidad de encontrar una base para una modulación arquitectónica de aplicación universal. Descubrió que muchos de los objetos de uso cotidiano estaban normalizados sin necesidad de que nadie hubiera aplicado regla o proporción alguna a objetos tales como sábanas, manteles, servilletas, platos, vasos, tenedores, cucharas, etc. También descubrió que muchos muebles tenían medidas estandarizadas basadas en dimensiones del cuerpo humano. En 1918 diseñó una colección completa de mobiliario adaptada a las necesidades humanas, tema de especial importancia cuando se trata de producir elementos en serie.
Estudios de proporciones para la fabricación de mobiliario de Kaare Klint.
Pero el punto clave que a nuestro entender formula Rasmussen en este apartado es el siguiente: “¿Experimenta el espectador realmente estas proporciones? La respuesta es sí: no en las medidas exactas pero sí la idea fundamental que subyace en ellas”. Esta es la razón por la cual el estudio de la proporción es una constante en la historia de la arquitectura, desde las pirámides al mobiliario actual.
5. El ritmo
En relación al ritmo nos dice que es posible explicarlo pero que para saber lo que es lo que hay que hacer es experimentarlo uno mismo. Si alguien escucha música u observa una danza no realiza un esfuerzo necesariamente pero siente el ritmo en su propio cuerpo; análogamente se puede experimentar la arquitectura rítmicamente. Utiliza el ejemplo de la escalinata de la plaza de España en Roma, que tenía la misión de unir la plaza de la Trinidad situada en lo alto con la plaza de España que se encontraba en el nivel inferior. La escalera está llena de curvas y giros con escalones que se orientan en diferentes direcciones. El proyecto es sumamente complejo y lo podemos comprobar en el dibujo de la planta y verificar que está lleno de tramos que provocan ritmos ceremoniosos, como puede verse en el excelente grabado de Piranesi. No es posible juzgar el proyecto sin verlo in situ; sobre todo resulta imprescindible experimentarlo, subir y bajar por la escalera para descubrir sus ritmos y perspectivas, en definitiva, vivirlo.
Rasmussen sitúa a Alvar Aalto como un arquitecto que “logró la unión entre la arquitectura y la vida”. Sus edificios se configuraban pensando en la vida que se iba a desarrollar dentro, tanto si se trataba de una fábrica con máquinas y cadenas de montaje como si era un centro cívico con innumerables funciones para la gente. Rasmussen conocía bien el edificio que Aalto realizó para el Massachusets Institute Technology (MIT), el colegio mayor Baker House situado junto al río Charles construido en ladrillo según la tradición de Cambridge. En este caso Aalto utilizó el ladrillo de clinker de acabado tosco color rojo y con juntas rehundidas.
Baker House. MIT. Alvar Aalto. 1947-1948.
El proyecto intentaba que en el mayor número de habitaciones hubiera ventanas con vistas al río y por esta razón Aalto proyectó una planta ondulada constituyendo un ritmo muy largo ininterrumpido que se percibe inmediatamente. Las escaleras de la fachada posterior no dejan de ser un elemento muy característico de este edificio; son la imagen opuesta de la escalera tradicional. Rasmussen destaca que el edificio evita la solución habitual de que las habitaciones estén tipo hormiguero. Esta solución ha sido muy bien acogida entre los estudiantes porque además se pueden reunir en grupos numerosos en los salones del piso principal y en pequeños grupos en las salas de la planta en la que se sitúa su habitación.
Baker House. MIT. Planta tipo. Alvar Aalto. 1947-1948.
Respecto a las habitaciones la diversidad es máxima: Unas tienen vistas río arriba, otras río abajo, unas tienen paredes cóncavas y otras convexas. El equipamiento es muy cómodo: Cada habitación dispone de una zona de estudio próxima a la ventana con estanterías y escritorios empotrados. El resultado es que los estudiantes sienten sus habitaciones como propias. No obstante, el autor tiene una idea clara respecto a este singularísimo edificio: “El edifico debe experimentarse con el uso. Sólo cenando con los estudiantes en el comedor, subiendo las escaleras y entrando en sus habitaciones, el visitante descubrirá que –igual que la iglesia y el palacio tienen sus ritmos ceremoniales– este edificio, grande y lleno de vitalidad, tiene su ritmo especial, el ritmo de los colegios mayores modernos”. Qué duda cabe que este edificio constituye lo que Rasmussen entiende como el objeto de la arquitectura que citábamos anteriormente: el de proporcionar un marco para la vida de las personas.
6. La textura
Rasmussen nos habla de la textura empezando por la descripción de dos clases de objetos domésticos con los que todos estamos familiarizados: las cestas y las vasijas. La cesta está construida con un material rugoso en la que la estructura destaca. La cerámica tiene una forma suave que la oculta. De la misma forma hay edificios que están enfoscados y ocultan su escultura y otros de ladrillo que muestran la regularidad de las hiladas.
También hay edificios que mezclan las dos tendencias como la casa de la cascada de Frank Lloyd Wright que emplea la piedra y el enfoscado en los voladizos para obtener un efecto contrastante. Según Rasmussen, el objetivo de pintar una superficie además de protegerla es hacerla agradable al tacto. Para los chinos y japoneses la laca no solo reviste y protege sino que es un material en sí mismo. En este sentido, se refiere a un edificio de Arne Jacobsen que fue proyectado en 1937, para la empresa de pinturas de Copenhague Stelling Hus, con unas calidades de textura especiales.
El edificio es de hormigón armado con los muros revestidos. Los dos pisos inferiores están aplacados con planchas de hierro tratados con chorro de arena pintadas de color mate para que produzcan un efecto de continuidad. La fachada está compuesta por cuatro materiales: plancha de hierro pintada, azulejos vitrificados, metal cromado y vidrio.
Walter Gropius estableció en la Bauhaus de Weimar en 1919 un énfasis en la educación de los sentidos con el objetivo de liberar a los alumnos de las convenciones existentes y fomentar la creatividad: se trataba de registrar las impresiones sobre las superficies de los materiales. Como afirma Rasmussen “No sólo se hacía énfasis en la apariencia de las superficies, sino particularmente en las sensaciones que producían. El sentido del tacto se educa mediante experimentos con texturas colocadas sistemáticamente según su grado de rugosidad. Pasando una y otra vez sus dedos sobre los materiales, finalmente los estudiantes eran capaces de sentir una escala musical de valores de textura”.
Tabla táctil. Otti Berger. Hilos sobre enrejado metálico.
La Bauhaus intentaba compensar la pérdida de la consciencia sensitiva que el hombre primitivo tenía de la textura de las superficies y que en la actualidad se está recuperando gracias a una nueva consciencia de la arquitectura de los sentidos.