arquitectura de los sentidos

Hapticidad, Memoria y Emociones: Diseñando con los Sentidos

La importancia de la hapticidad en la experiencia arquitectónica

La arquitectura no es solo una cuestión de formas, estructuras y funcionalidad. Es, ante todo, una experiencia sensorial que moldea nuestras emociones y nuestra percepción del espacio. En este contexto, la hapticidad juega un papel fundamental. Este concepto, poco conocido fuera del ámbito especializado, hace referencia a la percepción del mundo a través del tacto y del movimiento del cuerpo en el espacio. Es decir, no solo lo que tocamos, sino cómo interactuamos con nuestro entorno físico.

Diseñar desde la hapticidad significa entender que las texturas, materiales y disposiciones espaciales generan respuestas emocionales profundas. La rugosidad de una pared, la frialdad del metal o la calidez de la madera evocan recuerdos, asociaciones y sensaciones que impactan en nuestro bienestar.

Espacio acogedor con textura de madera, un espació frío y otro cálido

La memoria táctil y las emociones

Nuestra memoria está estrechamente ligada al sentido del tacto. Recordamos lo que tocamos y asociamos sensaciones físicas con estados emocionales específicos. Un estudio experimental de la investigadora Teresa Dezcallar demostró que diferentes materiales evocan sentimientos muy concretos:

  • Suavidad y blandura (tejidos): confort, calidez, tranquilidad.
  • Superficies lisas y resbaladizas (Aeronfix, celofán): ligereza, limpieza, claridad.
  • Texturas duras y rugosas (piedras, papel de lija): fortaleza, agresividad, angustia.
  • Materiales moldeables y pegajosos (Bluetack): flexibilidad, juego, incertidumbre.

Estos resultados muestran cómo los materiales no son elementos neutros en la experiencia arquitectónica, sino que pueden inducir estados de ánimo específicos y configurar la percepción de un espacio.

Textura de madera de color verde

Diseñar desde el cuerpo: el impacto del entorno en nuestra psicología

El diseño arquitectónico influye directamente en nuestro sistema nervioso. Un espacio angosto y oscuro genera tensión, mientras que un entorno amplio y luminoso fomenta la relajación. El profesor Jader Tolja, experto en Body Conscious Design en la Domus Academy of Design de Milán, ha investigado cómo la arquitectura y el diseño urbano afectan a nuestra mente y cuerpo. Según sus estudios:

  • Los muebles bajos y horizontales inducen calma.
  • Los elementos altos y verticales generan alerta y tensión.
  • Un espacio largo y estrecho restringe la movilidad y provoca sensación de opresión.
  • Un horizonte amplio ofrece sensación de bienestar y libertad.

Estos principios demuestran que el diseño debe partir de la experiencia del cuerpo en el espacio, no solo de criterios estéticos o funcionales.

Textura ladrillo de piedra

La vida de los sentidos: una arquitectura para el bienestar

La arquitectura tiene la capacidad de estimular nuestros sentidos y mejorar nuestra calidad de vida. No solo se trata de ver un edificio, sino de experimentarlo a través de la luz, el sonido, el tacto y el movimiento. Al igual que la música, la gastronomía o el arte, los espacios también pueden proporcionar placer sensorial si son diseñados con conciencia.

Como arquitectos, es fundamental integrar la hapticidad en el diseño, eligiendo materiales que generen confort y proyectando espacios que inviten al bienestar. Al hacerlo, no solo creamos lugares funcionales, sino experiencias que quedan grabadas en la memoria emocional de quienes los habitan.

En Criteria Arquitecthos, creemos en una arquitectura que se siente, se vive y se recuerda.

La Polifonía de los Sentidos: La Experiencia del Mar

Si en nuestra entrada anterior exploramos el bosque como un espacio de encuentro multisensorial, hoy dirigimos la mirada hacia otro elemento esencial: el mar. Su presencia, tanto inmensa como cambiante, activa una sinfonía de sentidos que transforma nuestra percepción del entorno y nos invita a una profunda conexión con la naturaleza y la arquitectura que lo enmarca.

Una sinfonía sensorial en movimiento

El mar despierta en nosotros una experiencia integral. Su característico azul, cambiante bajo la luz, refleja el infinito en contraste con el movimiento rítmico de las olas. El sabor salado y el olor del yodo se convierten en una señal inequívoca de su presencia, mientras el tacto de la arena o las piedras bajo nuestros pies ancla nuestra sensación de bienestar. Pero el mar no solo se percibe; se vive también en movimiento. Sentir el vaivén de las olas al nadar o al caminar por la orilla es experimentar una danza entre el cuerpo humano y la naturaleza.

El Peine del Viento

El Peine del Viento: un mirador hacia lo sublime

En la bahía de La Concha, al final de la playa de Ondarreta en San Sebastián, el mar se encuentra con el arte y la arquitectura en una experiencia sin igual. El arquitecto Luis Peña Ganchegui diseñó una serie de terrazas de granito rosa Porriño que articulan el paseo marítimo con el entorno natural. Este espacio es también hogar de la serie escultórica de Eduardo Chillida, El Peine del Viento, cuyas imponentes piezas de acero de 12 toneladas dialogan con las olas y los vientos que las rodean.

Este lugar, dividido en tres niveles, ofrece una transición gradual entre el espacio urbano y el mar. Las gradas permiten la contemplación tranquila, mientras el diseño incluye orificios que conectan con un antiguo colector, generando chorros de agua que forman nubes marinas y arcoíris, intensificando así la sensación de estar en un entorno vivo y en constante cambio.

Casa Van Diestre

Casas que capturan la esencia del mar

La arquitectura residencial también puede capturar la experiencia del mar. En Cala Molí, Ibiza, la Casa Van Diestre de los arquitectos Elías Torres y José Antonio Martínez se integra al paisaje costero con terrazas amplias y toldos triangulares que evocan velas de colores. Estos elementos no solo proporcionan sombra, sino que también recrean la sensación de navegar, transformando el espacio habitable en una extensión del mar.

Por otro lado, la Casa Malaparte en Capri, Italia, obra del escritor Curzio Malaparte, redefine el concepto de la contemplación marina. Situada sobre un acantilado, su diseño incluye una terraza piramidal y una escalera que se extiende como un camino serpenteante desde el nivel del mar. En su interior, destaca una sala con enormes ventanales que enmarcan el paisaje costero, mientras una chimenea se convierte en escenario de un atardecer donde el fuego y la luz se fusionan en un espectáculo sensorial.

Casa Malaparte

Arquitectura y naturaleza: una experiencia compartida

Al igual que el bosque, el mar inspira a la arquitectura para generar espacios donde el ser humano pueda reconectar con lo esencial. En cada una de estas obras, la relación entre lo natural y lo construido despierta una experiencia polifónica de los sentidos, recordándonos que la interacción armoniosa entre naturaleza y diseño arquitectónico puede transformar nuestra percepción del mundo.

La Polifonía de los Sentidos: La Experiencia del Bosque

La conexión entre el ser humano y su entorno es mucho más que visual; nuestros sentidos interactúan continuamente con los espacios que habitamos, creando experiencias multisensoriales que modelan nuestro bienestar físico, psicológico y emocional. En este contexto, la idea de la «polifonía de los sentidos», tal y como la plantea Gaston Bachelard, toma especial relevancia al considerar cómo la arquitectura no solo se experimenta a través de la vista, sino también mediante el tacto, el oído, el olfato y el gusto. En este artículo exploraremos cómo los espacios arquitectónicos pueden generar experiencias sensoriales intensas, a través de un enfoque holístico que fomente el bienestar integral.

El Concepto de la Polifonía de los Sentidos

La «polifonía de los sentidos» se refiere a la interacción simultánea y armónica de diferentes modalidades sensoriales que, al combinarse, enriquecen nuestra experiencia del entorno. Bachelard habla de la sinfonía sensorial que se produce cuando estamos en contacto con la naturaleza, donde cada sentido juega un papel fundamental en la creación de una atmósfera única. Así, al pasear por el bosque o caminar cerca del mar, no solo percibimos el paisaje a través de la vista, sino que nuestras emociones se intensifican por la mezcla de sonidos, olores y texturas que nos rodean.

La Experiencia del Bosque: Un Encuentro Sensorial Completo

La experiencia de caminar por un bosque es un ejemplo claro de cómo los sentidos trabajan juntos para ofrecer una vivencia profunda y restauradora. Estudios científicos han comprobado los efectos terapéuticos de la naturaleza sobre la salud mental y física, confirmando lo que muchas culturas han sabido durante siglos: estar en contacto con la naturaleza tiene un poder sanador. La investigación del psicólogo ambiental Terry Hartig ha demostrado que la inmersión en paisajes naturales puede reducir el estrés, mejorar la tensión arterial y fortalecer el sistema inmunológico. Además, el concepto japonés de «Shinrin-yoku» («baño de bosque») resalta cómo la absorción de los olores y sonidos del bosque tiene efectos positivos sobre la salud.

Al caminar por el bosque, nos encontramos rodeados por una amalgama de estímulos sensoriales: el crujir de las hojas bajo nuestros pies, el canto de los pájaros en lo alto, el susurro del viento entre los árboles y el frescor del aire impregnado con el aroma de la tierra húmeda. Cada uno de estos estímulos contribuye a la creación de un entorno multisensorial que favorece la relajación y la restauración emocional. Este tipo de experiencias sensoriales no solo nos conectan con el entorno natural, sino que también nos ayudan a restablecer el equilibrio interior.

La Casa de la Cascada, de Frank Lloyd Wright.

La Casa de la Cascada, de Frank Lloyd Wright.

La Arquitectura y la Naturaleza: Integración Sensorial

Algunos arquitectos han entendido la importancia de integrar la naturaleza en sus diseños para crear experiencias sensoriales que vayan más allá de la estética visual. Frank Lloyd Wright, uno de los máximos exponentes de esta filosofía, es conocido por sus diseños que promueven una conexión profunda entre la arquitectura y el paisaje natural. Su famosa obra, la Casa de la Cascada (Fallingwater), ejemplifica cómo la arquitectura puede ser una extensión de la naturaleza misma. La casa no solo se encuentra en medio del bosque, sino que el agua de la cascada fluye a través de la vivienda, permitiendo que los habitantes experimenten la naturaleza de una forma única y total.

La Casa de la Cascada, por su parte, ofrece una experiencia multisensorial en la que el sonido del agua, la textura de las piedras y el aire fresco del bosque se combinan para crear una atmósfera de armonía y serenidad. Este enfoque innovador de Wright resalta cómo la arquitectura puede y debe ser un vehículo para la experiencia sensorial completa, más allá de la simple funcionalidad.

Villa Mairea, de Alvar Aalto.

Villa Mairea, de Alvar Aalto.

Alvar Aalto, otro arquitecto destacado en este ámbito, diseñó la Villa Mairea en Noormarkku, Finlandia, con el objetivo de fusionar la casa con el bosque circundante. Utilizando materiales naturales como la madera y creando espacios que se abren directamente al paisaje, Aalto invita a los habitantes de la casa a experimentar la naturaleza de una manera continua y envolvente. La disposición de los pilares de madera en la marquesina de la casa no solo ofrece soporte estructural, sino que también refuerza la sensación de estar en un espacio orgánico y unido al entorno natural.

La Arquitectura de los Sentidos: Cómo nuestras vivencias configuran la creatividad en el diseño

La arquitectura, más que una ciencia, es un arte que abarca mucho más que la creación de edificios funcionales. El diseño arquitectónico está profundamente ligado a la experiencia humana, a cómo percibimos y sentimos los espacios que habitamos. Al recorrer las obras de arquitectos como Peter Zumthor, Alvar Aalto o Luis Barragán, descubrimos que los edificios no solo están hechos de materiales y formas, sino que están impregnados de sensaciones, recuerdos y emociones que configuran nuestra manera de relacionarnos con el mundo.

La obra de Peter Zumthor es un claro ejemplo de esta conexión emocional que la arquitectura puede provocar. En sus diseños, la experiencia sensorial es tan importante como la forma o la función. Zumthor pone especial énfasis en el uso de materiales que generan texturas, sonidos y temperaturas que afectan directamente a cómo el usuario se siente en un espacio. En su famosa Termas de Vals, por ejemplo, el agua, la piedra y la luz se combinan para ofrecer una experiencia única, casi táctil, que hace que cada visitante no solo vea, sino que sienta el lugar.

Esta atención al detalle sensorial es algo que resuena en los conceptos de otros grandes pensadores, como el escritor Gabriel García Márquez. En sus obras literarias, la magia de los recuerdos y las emociones humanas juega un papel crucial. Para García Márquez, la memoria no es solo un archivo de hechos pasados, sino un espacio que vive y respira dentro de nosotros, y que influye en cómo vemos el mundo. La arquitectura también se nutre de esta idea: los edificios, a menudo, son como recuerdos materializados, lugares que nos permiten reconectar con momentos, sentimientos y sensaciones pasadas.

Pero no es solo la teoría la que respalda esta visión de la arquitectura como un arte emocional. Practicantes como Juhani Pallasmaa, arquitecto y teórico finlandés, han defendido la importancia de los sentidos en la creación de espacios. Pallasmaa insiste en que la arquitectura no debe ser solo visual; debe involucrar todos los sentidos. En su libro Los ojos de la piel, Pallasmaa argumenta que los espacios que más nos impactan no son los que simplemente nos impresionan visualmente, sino aquellos que nos invitan a tocarlos, olerlos, escucharlos. De alguna manera, estos espacios se convierten en una extensión de nuestras vivencias.

Imagen Termas de Vals de Zumthor

Termas de Vals, de Zumthor

La memoria como materia prima del diseño

Las vivencias y recuerdos personales son los que, a menudo, informan los proyectos más significativos. Los arquitectos que logran transmitir una sensación de pertenencia o nostalgia a través de sus diseños no lo hacen por casualidad; están canalizando experiencias universales que todos compartimos. En el caso de Alvar Aalto, por ejemplo, la relación de la arquitectura con la naturaleza y la luz fue siempre una prioridad, algo que no surgió simplemente de la admiración por la belleza natural, sino también por su experiencia personal de vivir en un entorno que invitaba a la reflexión y al recogimiento. Los materiales, las formas y los espacios que diseñó no solo cumplían una función práctica, sino que evocaban recuerdos de su infancia en la Finlandia central.

Luis Barragán, por su parte, nos invita a sentir la arquitectura a través de su uso del color y la luz. Su Casa Estudio en México, con sus paredes de colores vivos, patios y rincones silenciosos, crea un ambiente que no solo es visualmente atractivo, sino que también ofrece una sensación de serenidad y paz. La habilidad de Barragán para conjugar el espacio con la luz natural, las sombras y los colores intensos refleja una profunda comprensión de cómo los ambientes físicos pueden influir en nuestro estado de ánimo y nuestras emociones.

Imagen interior de la Casa Estudio de Barragan

Casa Estudio de México, de Barragán

El reto de diseñar para los sentidos

Sin embargo, la arquitectura sensorial no es tarea fácil. El reto radica en cómo traducir estas experiencias personales, estas vivencias, en espacios tangibles que afecten a las personas de manera similar. No se trata solo de elegir materiales o formas atractivas; se trata de crear ambientes que resuenen emocionalmente, que evoquen recuerdos o despierten sensaciones específicas. Esto requiere un conocimiento profundo de los usuarios y de cómo estos interactúan con su entorno, así como una capacidad para imaginar lo intangible, lo que no se ve a simple vista.

En la actualidad, los arquitectos se enfrentan a una era en la que el diseño sostenible y la funcionalidad son esenciales. No obstante, la arquitectura sigue siendo, en su núcleo, una forma de arte que debe llegar al corazón de las personas. Y es ahí donde las experiencias y vivencias personales de quienes diseñan juegan un papel fundamental. La verdadera innovación arquitectónica no solo busca respuestas funcionales, sino que también busca tocar las fibras emocionales del ser humano.

La arquitectura que involucra los sentidos no se queda solo en lo visual. Un buen diseño provoca una sensación, una respuesta emocional, que atraviesa el espacio y la memoria. Cuando miramos, tocamos, olemos o escuchamos un espacio, este se convierte en un eco de nuestras propias vivencias y emociones. Así, la arquitectura no solo construye el espacio físico, sino que también edifica un vínculo entre los recuerdos personales y los lugares que habitamos.

En conclusión, la arquitectura de los sentidos no se limita a ser un estilo; es una forma de entender y conectar con la experiencia humana en su totalidad. Los arquitectos que logran crear espacios que resuenan con nuestras vivencias, recuerdos y emociones nos enseñan que la creatividad no nace únicamente de la razón, sino también de la memoria sensorial que llevamos dentro. La arquitectura tiene el poder de transformar no solo el espacio, sino la propia forma en que nos sentimos y percibimos el mundo que nos rodea.

Apartamentos en Sarriá: Edificio Criteria

Criteria Arquitecthos diseñó la totalidad del edificio, desde el proyecto arquitectónico hasta una parte del equipamiento del interior de los apartamentos.

Edifici Criteria. Vista general.

Edificio Criteria. Vista general.

Los apartamentos se ubican en Sarriá, uno de los barrios acomodados de la ciudad de Barcelona, dotado de grandes avenidas y jardines así como una gran variedad de servicios y zonas de ocio. Es por eso que habitualmente la zona la escogen huéspedes temporales para pasar temporadas más o menos largas.

Edifici Criteria. Textures façana.

Edificio Criteria. Texturas fachada.

El edificio consta de planta baja, seis plantas piso y tres plantas sótano, de las cuales dos son aparcamiento. La planta baja, hecha con materiales ligeros y transparentes, alberga un local que actualmente es un restaurante y el acceso al edificio que se produce a través de un patio. La planta primera se destinó a oficinas y tiene una entrada independiente en la que predomina la pizarra y el acero oxidado. En las plantas piso se tomó la decisión de hacer cinco apartamentos por planta realizando en primer lugar el proyecto arquitectónico incluyendo el diseño de los espacios exteriores. Una vez decididos todos los acabados del edificio, se diseñó la decoración interior y a continuación se realizó su equipamiento hasta los más mínimos detalles.

El cerramiento vertical del edificio está constituido por una fachada ventilada con un aplacado de piedra de color ámbar por el exterior y una pared de ladrillo por el interior, sobre la que se proyectó una capa de aislamiento térmico. Entre la hoja exterior la interior el aire circula libremente evitando una ganancia térmica excesiva durante la época de alto soleamiento y evitando las pérdidas térmicas en invierno. En la fachada se prestó especial atención en los detalles exteriores, para crear juegos de luces y texturas con las formas y los materiales. Las líneas rectas y los materiales utilizados en la fachada confieren al edificio una elegancia y solidez acorde a la zona en la que se emplaza.

Tipologia de 40 m2

Edifici Criteria. Apartament 40 m2.

Edificio Criteria. Apartamento 40 m2.

En la tipología de apartamento de 40 m2 las líneas visuales permiten reconocer todo el apartamento desde un punto central. De esta focalización, se puede apreciar una atmósfera atemporal y serena en conjunto. La habitación, el vestidor y el baño forman una pastilla continua, funcionando casi unitariamente y se separan del resto del apartamento con una amplia puerta corredera entre el dormitorio y el salón. El salón comedor y la cocina americana prácticamente se unen como un espacio único, en una zona de día paralela a la zona de noche.

También se realizó la decoración del apartamento, de tal  manera, que el mobiliario se eligió cuidadosamente para que la comodidad no estuviera reñida con las dimensiones ni el diseño con la funcionalidad. Cada zona termina identificándose con su mobiliario sin dejar de relacionarse con las demás. Al tratarse de un apartamento de pequeñas dimensiones es fundamental que todos los detalles, desde el mobiliario, los colores, las texturas y los acabados ayuden a crear un lugar habitable y confortable que produzcan sensación de vivienda espaciosa, relajante y donde los objetos y mobiliario no queden apretados y no produzcan una atmósfera asfixiante. Los tonos cálidos y el cuidado de cada detalle colaboran para dar continuidad a los ambientes.

Tipologia de 85 m2

Edifici Criteria. Sala d'estar-menjador apartament 85 m2.

Edificio Criteria. Apartamento 85 m2.

En el apartamento de 85 m2 se mantuvieron los mismos criterios que en el pequeño de 40 m2. La vivienda se puede reconocer desde un punto central. Puesto que se trata de apartamentos para huéspedes que pasarán temporadas más o menos largas, la decoración se diseña neutra, sobria y serena para las diferentes personalidades de los inquilinos, primando las sensaciones de luminosidad y comodidad. Se evitan hitos singulares y diseños llamativos que no puedan ser para todos los gustos y además, se resuelven las necesidades de los habitantes de forma práctica y funcional tanto con la distribución de los espacios como con un mobiliario que dé garantías de durabilidad. En la sala de estar utilizaron los colores gris, granate y verde. El vidrio y el metal de la mesa de centro envuelven todo el entorno evitando la discontinuidad y formando un conjunto con el ligero tono cálido de las paredes ambientadas con cuadros del polifacético artista Claudi Martínez. Se completa este ambiente con una terraza en esquina que posee el espacio suficiente para albergar con comodidad dos sillones y una mesa en madera de iroko de Bent Krogh. Los tonos suaves y cálidos de las habitaciones consiguen un ambiente relajado tanto para descansar como para trabajar. Racionalidad, confortabilidad, versatilidad y funcionalidad son las características primordiales.

Spa Hotel Mas Gran

Intervención respetuosa con el entorno y perfectamente integrada en el paisaje.

Spa Hotel Mas Gran. Integració amb el paisatge

Spa Hotel Mas Gran. Integración con el paisaje.

Durante la crisis económica del 2007 el sector inmobiliario y turístico quedó muy afectado debido a la especulación urbanística que se vivió durante el boom inmobiliario. Este acontecimiento obligó a buscar nuevas formas de pensar el turismo y de construir, que pusieron de manifiesto la importancia de la conservación y rehabilitación del patrimonio existente para reconvertirlo en espacios respetuosos con el entorno y que ofrecieran nuevos servicios a un nuevo turismo que surgiría en este nuevo contexto.

Spa Hotel Mas Gran. Vista exterior.

Spa Hotel Mas Gran. Vista exterior.

Historia y entorno

En el año 2008, Criteria Arquitecthos recibió el encargo de diseñar un spa en una zona de una auténtica masía catalana construida en el año 1612 con las ruinas de un antiguo castillo, reconvertida en un bonito hotel de lujo de ocho habitaciones personalizadas: el Hotel Mas Gran.

La antigua masía se encuentra en la urbanización Vall Repòs, en un espacio protegido dentro de la Sierra de las Gavarres, en la comarca del Empordà, cerca de poblaciones como Palamós o S’Agaró. Tal y como su propio nombre indica, el espacio da lugar al descanso o a practicar actividades lúdicas en un entorno envidiable, en medio de la naturaleza dentro de un bosque típico del Mediterráneo.

Para poder ofrecer una gran variedad de actividades y servicios más allá del alojamiento, se pensó en ampliar la oferta con una zona de relax y spa que dispusiera de aguas termales tanto en el interior como en el exterior, que iría ubicada en un anejo de planta baja de la masía.

Spa Hotel Mas Gran. Aigües termals.

Spa Hotel Mas Gran. Aguas termales.

Integración al paisaje

La actuación para rehabilitar una zona de la masía y reconvertirla en spa para desconectar del estrés de la ciudad y descansar, tenía que hacerse con mucho cuidado y respeto a la historia y tradición de la zona en la que se encuentra.

Una de las prioridades con las que trabajó Criteria Arquitecthos fue la de garantizar la integración de este nuevo espacio en el paisaje que lo rodea. Por eso, tanto desde la zona de las piscinas como desde la zona de las tumbonas se creó una continuidad visual a través de unos grandes ventanales entre dos mundos, entre lo cerrado y lo abierto, entre el interior y el exterior, entre lo público y lo privado, entre la sombra y la luz.

Los ventanales, que forman parte de la composición de la fachada, constituyen un contorno que enmarca el paisaje. Todo es un placer para los sentidos, ya sea por las visuales al observar la cuidada decoración o por los paisajes que se divisan a través de las ventanas.

Proyectar y construir la arquitectura de los sentidos

Una arquitectura sobria con una riqueza sensorial que crea una atmósfera de serenidad y acogida.

La arquitectura de los sentidos

La arquitectura de los sentidos. Casa de los cinco elementos y la Luna.

La arquitectura se ha expresado recientemente en términos visuales y formales con el objeto de provocar una imagen persuasiva que produzca un impacto notable que busca la apariencia, la vistosidad, el espectáculo o la arrogancia. La arquitectura tiene sus raíces en lo corporal, vivencial, existencial y emocional. Así como la escultura está basada en las formas en el espacio, la arquitectura trata de mejorar la vida creando escenarios donde desarrollar una vida feliz. Nuestro enfoque de la arquitectura se dirige al hombre y al habitar; cobijar y albergar es lo primordial en nuestro trabajo y la base de la arquitectura es empírica y fenomenológica, es decir, basada en la experiencia y la percepción. Tratamos de proyectar basándonos en experiencias vividas más que en ideas abstractas. Para nosotros, la esencia de la arquitectura es el bienestar humano. Proponemos una arquitectura para ser vivida y no sólo contemplada.

La buena arquitectura tiene alma. Toda obra arquitectónica debe ser un refugio para el habitante y la arquitectura debe dialogar con el usuario produciéndose una empatía entre ambos que lo convierte de simple espectador pasivo en actor participante: la arquitectura es performance. En esa relación, el usuario reconoce su entorno que lo acoge y enriquece y es el marco para nuestros sueños, por eso los arquitectos intentamos crear pequeños paraísos. A través de sensaciones y emociones un edificio conmueve utilizando los recursos propios de la arquitectura de los sentidos: el sentido emocional del color, los materiales como fuente de placer, el juego de luces y sombras que crea intimidad y sosiego, el adecuado confort acústico puesto que todo espacio funciona como un gran instrumento, la creación de espacios que dan sensación de flujo, la creación de ventanas situadas estratégicamente para el hombre en movimiento que además encuadran el paisaje, el equilibrio entre la ligereza y el peso de los materiales, el recorrido sensorial, la estructura como elemento expresivo, la delicada unión de los materiales de forma creativa que producen el diseño, la relación con el entorno y el paisaje…

La arquitectura crea escenarios entrelazados para la vida humana, espacios sucesivos, pensando en lugares donde imaginar la vida. Estamos en una época de vida ajetreada donde las personas tenemos necesidad de entornos serenos y sobrios.

Proyectamos edificios teniendo en cuenta los sentidos corporales que además de la vista, oído, gusto y tacto también contamos con el sentido del bienestar físico, el del equilibrio u orientación corporal, de la posición corporal o postura, del movimiento y del contacto corporal también llamado sentido háptico. A través de los sentidos captamos la arquitectura que debe enriquecernos llevándonos hacia una fascinación sensorial creando ambientes que suscitan sensaciones agradables por cuanto se produce una armonía entre los espacios que proyectamos y las actividades que se desarrollan en ellos alcanzando la polifonía de los sentidos.

La arquitectura de los sentidos está pensada y creada para sentir. Potencia el despertar de sensaciones. Es acogedora. Es una arquitectura sensibilizada por el entorno y las personas. Gracias a la calma y a la lentitud se valoran sus propiedades sensoriales.

En Criteria Arquitecthos creamos experiencias sensoriales a través de la Arquitectura de los Sentidos transmitiendo sensaciones, emociones que producen bienestar creando espacios multisensoriales, únicos y personalizados.

La arquitectura debe emocionar, la vida sin emociones tiene poco sentido. Deseamos para nuestros clientes una arquitectura llena de emociones positivas, emociones que nos llegan a través de los sentidos.

Claudi Martínez Borrell

Dr. Arquitecto

Sentido del oído

Al definir la arquitectura de los sentidos, es lógico interesarse por cuáles son estos sentidos y cómo actúan como exploradores de la percepción. Analizamos aquí uno de los sentidos exteroceptivos: el sentido del oído.

El ser humano siente y percibe gracias a las sensaciones captadas por nuestros órganos sensoriales. Desde Aristóteles se habla de cinco sentidos externos básicos llamados exteroceptivos: la visión, la audición, el olfato, el gusto y el tacto. Además de estos sentidos clásicos, las investigaciones psicológicas realizadas a partir de los años 50 plantean los sistemas sensoriales, que van más allá de los originales.  A continuación se enumeran todos y se describe el sentido del oído.

Sentidos exteroceptivos:

  • Vista
  • Oído
  • Olfato
  • Gusto
  • Tacto

Sentido interoceptivo:

  • Sentido del bienestar físico

Sentidos propioceptivos:

  • Sentido de orientación, del equilibrio corporal o vestibular.
  • Sentido de la posición corporal
  • Sentido del movimiento o cinestésico
  • Sentido háptico o del contacto corporal
Els antics paviments, com aquest de Praga, les obres arquitectòniques més auditives segons Juhani Pallasmaa

Los antiguos pavimentos, com este de Praga, las obras arquitectónicas más auditivas según Juhani Pallasmaa

Sentido del oído

Vemos desde que nacemos, pero oímos antes de nacer. El sonido es energía mecánica que se propaga por el espacio excepto en el vacío. Se caracteriza por el tono y el timbre. El tono depende de la velocidad de propagación: si es alta se produce un tono agudo y si es baja se produce un tono grave. El timbre nos permite discernir su especificidad y fuente de procedencia. El timbre de una flauta es diferente al del saxo. Estamos rodeados de una gran variedad de fuentes acústicas y somos capaces de identificarlas con claridad.

El neurocientífico y biólogo Ignacio Morgado afirma que “del mismo modo que el cerebro tiene una gran habilidad para distinguir rostros, tiene una enorme capacidad para distinguir voces y entonaciones gracias a las cuales podemos discernir personas y mensajes. Ni qué decir tiene el poder de los sonidos musicales para deleitarnos y estimular sentimientos”.

Para Juhani Pallasmaa, las obras de arquitectura más auditivas son los pueblos europeos con pavimentos antiguos, los monasterios romanos y las iglesias góticas.

Sentido de la vista

Al definir la arquitectura de los sentidos, es lógico interesarse por cuáles son estos sentidos y cómo actúan como exploradores de la percepción. Analizamos aquí el primero de ellos: el sentido de la vista.

El ser humano siente y percibe gracias a las sensaciones captadas por nuestros órganos sensoriales. Desde Aristóteles se habla de cinco sentidos externos básicos llamados exteroceptivos: la visión, la audición, el olfato, el gusto y el tacto. Además de estos sentidos clásicos, las investigaciones psicológicas realizadas a partir de los años cincuenta plantean los sistemas sensoriales, que van más allá de los originales.  A continuación se enumeran todos y se describe el sentido de la vista.

Sentidos exteroceptivos:

  • Vista
  • Oído
  • Olfato
  • Gusto
  • Tacto

Sentido interoceptivo:

  • Sentido del bienestar físico

Sentidos propioceptivos:

  • Sentido de la orientación, del equilibrio corporal o vestibular.
  • Sentido de la posición corporal
  • Sentido del movimiento o cinestésico
  • Sentido háptico o del contacto corporal

 

Sentido de la vista

Nuestro sistema visual está dotado de gran sensibilidad y se adapta con facilidad a situaciones de poca o mucha luz. Gracias a él podemos percibir el color, la forma, el movimiento, la profundidad y el relieve, reconociendo con facilidad una imagen cambiante. Podemos ser capaces de identificar rostros, sus expresiones emocionales y, por consiguiente, percatarnos de cómo se siente alguien en particular. La visión atiende con mayor facilidad los cambios que las situaciones constantes.

Hay dos propiedades del color que son la constancia y el contraste. La constancia del color porque se mantiene a pesar de las diferentes fuentes de iluminación. El contraste es de luminosidad o de color y afecta a nuestra percepción: al juntar dos colores puede modificarse la percepción de ambos, como podemos comprobar en el arte pictórico. La luz llena la mente y los colores la pueden enriquecer y nos pueden hacer disfrutar con su variedad. El color nos facilita distinguir formas y objetos diferentes en una misma imagen.

Para Juhani Pallasmaa, la arquitectura de hoy posee una fuerte tendencia visual que ha criticado en sus libros, ensayos y conferencias. Según este autor, la visión focal nos separa del objeto y la visión periférica nos acerca al mismo.

Richard Neutra fue uno de los pioneros en escribir sobre la importancia de la visión periférica, en su libro Realismo biológico, basado en la fisiología humana proponiéndola como base del nuevo diseño arquitectónico.

El bosc, exemple de visió perifèrica

El bosque, ejemple de visión periférica

La arquitecura de los sentidos

En Criteria Arquitecthos creamos experiencias sensoriales a través de la Arquitectura de los Sentidos transmitiendo sensaciones, emociones que producen bienestar creando espacios multisensoriales, únicos y personalizados.

Casa de los 5 elementos y la luna (Cabrils, Barcelona)

Casa de los 5 elementos y la luna (Cabrils, Barcelona)

La arquitectura se ha expresado recientemente en términos visuales y formales con el objeto de provocar una imagen persuasiva que produzca un impacto notable que busca la apariencia, la vistosidad, el espectáculo o la arrogancia. La arquitectura tiene sus raíces en lo corporal, vivencial, existencial y emocional. Así como la escultura está basada en las formas en el espacio, la arquitectura trata de mejorar la vida creando escenarios donde desarrollar una vida feliz.

Nuestro enfoque de la arquitectura se dirige al hombre y al habitar; cobijar y albergar es lo primordial en nuestro trabajo y la base de la arquitectura es empírica y fenomenológica, es decir, basada en la experiencia y la percepción. Tratamos de proyectar basándonos en experiencias vividas más que en ideas abstractas. Para nosotros, la esencia de la arquitectura es el bienestar humano.

Casa taller frente a un parque natural

Casa taller frente a un parque natural

La buena arquitectura tiene alma

Toda obra arquitectónica debe ser un refugio para el habitante y la arquitectura debe dialogar con el usuario produciéndose una empatía entre ambos que lo convierte de simple espectador pasivo en actor participante: la arquitectura es performance. En esa relación, el usuario reconoce su entorno que lo acoge y enriquece y es el marco para nuestros sueños, por eso los arquitectos intentamos crear pequeños paraísos.

A través de sensaciones y emociones un edificio conmueve utilizando los recursos propios de la arquitectura de los sentidos: el sentido emocional del color, los materiales como fuente de placer, el juego de luces y sombras que crea intimidad y sosiego, el adecuado confort acústico puesto que todo espacio funciona como un gran instrumento, la creación de espacios que dan sensación de flujo, la creación de ventanas situadas estratégicamente para el hombre en movimiento que además encuadran el paisaje, el equilibrio entre la ligereza y el peso de los materiales, el recorrido sensorial, la estructura como elemento expresivo, la delicada unión de los materiales de forma creativa que producen el diseño, la relación con el entorno y el paisaje…

La arquitectura crea escenarios entrelazados para la vida humana, espacios sucesivos, pensando en lugares donde imaginar la vida. Estamos en una época de vida ajetreada donde las personas tenemos necesidad de entornos serenos y sobrios.

Casa taller (Bellaterra, Barcelona)

Casa taller (Bellaterra, Barcelona)

Los sentidos corporales

Proyectamos edificios teniendo en cuenta los sentidos corporales que además de la vista, oído, gusto y tacto también contamos con el sentido del bienestar físico, el del equilibrio u orientación corporal, de la posición corporal o postura, del movimiento y del contacto corporal también llamado sentido háptico. A través de los sentidos captamos la arquitectura que debe enriquecernos llevándonos hacia una fascinación sensorial creando ambientes que suscitan sensaciones agradables por cuanto se produce una armonía entre los espacios que proyectamos y las actividades que se desarrollan en ellos, alcanzando la polifonía de los sentidos.

La arquitectura de los sentidos está pensada y creada para sentir. Potencia el despertar de sensaciones. Es acogedora. Es una arquitectura sensibilizada por el entorno y las personas. Gracias a la calma y a la lentitud se valoran sus propiedades sensoriales. En Criteria Arquitecthos creamos experiencias sensoriales a través de la Arquitectura de los Sentidos transmitiendo sensaciones, emociones que producen bienestar creando espacios multisensoriales, únicos y personalizados.

La arquitectura debe emocionar, la vida sin emociones tiene poco sentido. Deseamos para nuestros clientes una arquitectura llena de emociones positivas, emociones que nos llegan a través de los sentidos.

Claudi Martínez Borrell
Dr. Arquitecto

Casa de los 5 elementos y la luna

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Escaleras en Sant Just

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CAP Vilassar

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