Criteria Arquitecthos proyectó un establecimiento estructurado en tres volúmenes de líneas horizontales perfectamente integrado en el entorno, sobre una colina de suaves pendientes.
Tamariu es un pequeño pueblo de la Costa Brava, dentro del término municipal de Palafrugell, con un enorme atractivo turístico, marcado por su herencia como aldea de pescadores. Calles estrechas, playas donde tomar el sol con un agradable paseo marítimo, aguas ideales para la práctica del submarinismo, la vela y el kayak… un lugar donde relajarse y disfrutar del verano.
Criteria Arquitecthos realizó en 2004 un proyecto en esta localización, el Hotel Aiguagelida. El nombre hace referencia a la vecina cala de Aigua Xelida, uno de los paisajes más característicos de la Costa Brava más salvaje.
La naturaleza del terreno, una pequeña colina de suaves pendientes, es el elemento director de la implantación de los diferentes edificios que conformaban el proyecto del establecimiento. Las líneas horizontales permitieron integrar los volúmenes en el paisaje y situarlos de forma discreta sobre el solar.
Tres volúmenes contra el impacto visual
La propuesta de Criteria Arquitecthos contemplaba una estructura en tres volúmenes, con el objetivo de minimizar el impacto visual que supone un edificio de estas características. De este modo, también conseguía un cierto aislamiento y tranquilidad en la zona de reposo.
Un primer volumen incluía estancias comunes como la recepción, el bar, el restaurante, una piscina cubierta y un gimnasio. El segundo volumen estaba destinado a los espacios privados y de gestión, como una zona de servicios con oficina, las dependencias del personal e instalaciones. Finalmente, el tercer volumen albergaba las habitaciones destinadas al alojamiento de los huéspedes, de tipo bungalow.
El predominio de las líneas horizontales y los paramentos de piedra contribuyen a integrar el edificio, jugando un papel complementario con las líneas verticales de los árboles y su color verde. En el resto de paramentos, se aplicaba el mimetismo con los colores terrosos del lugar.
Circulaciones a nivel
Una ventaja y claro punto fuerte de este proyecto es que todas las circulaciones, tanto las de acceso al conjunto como las que permitían llegar a las diferentes zonas edificadas, se llevaban a cabo al mismo nivel. Este sentido práctico también se aplicaba en en acceso al establecimiento, que se situaba en un punto donde la calle gana anchura y permitía aparcar sin interrumpie la circulación de la zona.
Además, la construcción planeada contemplaba la supresión del mínimo de árboles posible. Solo aquellos que ocupaban directamente la zona de construcción del hotel y de la piscina y lo que impedían un asoleado adecuado.