Al definir la arquitectura de los sentidos, es lógico interesarse por cuáles son estos sentidos y cómo actúan como exploradores de la percepción. Analizamos aquí uno de los sentidos exteroceptivos: el sentido del gusto.
El ser humano siente y percibe gracias a las sensaciones captadas por nuestros órganos sensoriales. Desde Aristóteles se habla de cinco sentidos externos básicos llamados exteroceptivos: la visión, la audición, el olfato, el gusto y el tacto. Además de estos sentidos clásicos, las investigaciones psicológicas realizadas a partir de los años 50 plantean los sistemas sensoriales, que van más allá de los originales. A continuación se enumeran todos y se describe el sentido del gusto.
Sentidos exteroceptivos:
Sentido interoceptivo:
- Sentido del bienestar físico
Sentidos propioceptivos:
- Sentido de orientación, del equilibrio corporal o vestibular.
- Sentido de la posición corporal
- Sentido del movimiento o cinestésico
- Sentido háptico o del contacto corporal
Sentido del gusto
Este sentido implica un grado de implicación mayor con el mundo externo. El gusto tiene un valor muy apreciado por el hombre, puesto que va asociado al placer de comer. Hay cinco tipos de gusto: dulce, salado, amargo, ácido y umami, palabra japonesa asociada a los alimentos que realzan el sabor agradable.
Cuando se producen más de cinco gustos, estamos ante una realidad más compleja. El sabor, lo podemos reconocer al ver, masticar, tragar, respirar identificando la comida en la boca y en la lengua; el sabor es una experiencia multisensorial.
Para Juhani Pallasmaa, los materiales sensuales, los colores y detalles de Carlo Scarpa tienden a evocar experiencias de sabor.